Leo en una encuesta de La Vanguardia, el panorama para los constitucionalistas es desolador: solo entraría en el ayuntamiento el Partido Popular y seria con dos concejales. Las demás encuestas no difieren mucho, el PP obtiene 2-3 concejales y los demás partidos (Vox, C’s, Valents) a pesar de sumar votos para conseguir varios concejales quedan fuera.
En la actualidad, el constitucionalismo posee 8 concejales (6 C’s y 2 PP), y de hecho durante las dos últimas décadas, la cifra ha ido oscilando entre 7 y 9. Y ahora 3 como mucho, y gracias. Observo encuestas en otras ciudades, Badalona, San Adrián, Casteldefels y entre otras y se repite el mismo patrón: quedan más votos fuera del consistorio que dentro, regalando concejales a los separatistas lo que significa más dinero y poder para ellos.
Habiendo una barrera del 5% en las elecciones municipales, es obvio que con al menos cuatro partidos no se desperdicie voto y por ello pediría que se actúe por el bien común y no pensando en beneficio propio.
Lo primero sería intentar entablar alianzas en aquellos municipios donde es complicado obtener representación. Se que esto no siempre es posible o conveniente (la unión de PP y C’s en el País Vasco no funcionó), pero al menos explorar vía y buscar acuerdos que beneficien a todos. Es mejor una candidatura compartida dentro, que dos (¡o incluso más!) y todos fuera.
Sé que es difícil para algunos, pero los partidos deberían centrarse en aquellas localidades donde tengan posibilidades de obtener representación. He visto numerosos casos en que se han montado candidaturas en municipios a sabiendas de que no tenían ni la más remota opción, sólo para dividir el voto e intentar que el otro partido pierda algún concejal o peor, que tampoco salga. Queremos candidaturas que sumen, no que resten.
También es imperativo un pacto de no agresión, de no atacarse mutuamente y dirigir las críticas al resto de partidos. En las elecciones andaluzas hemos visto como dos partidos afines como Adelante Andalucía y por Andalucía, no han parado de machacarse y ponerse la zancadilla y eso les ha llevado a obtener un resultado ridículo y facilitar la mayoría de Juanma Moreno. Esto es exactamente lo que debemos evitar, que nuestras peleas les regalen alegrías a nuestros adversarios.
Por último, trabajar para conseguir voto nuevo: hablar y escuchar a los vecinos, pensar ideas innovadoras y buscar soluciones a los problemas. No limitarse a pelearse por el voto españolista pata negra que ya es nuestro si no intentar ganarse el corazón de los que nunca nos han votado. Es un camino largo y difícil, pero solo así podemos ampliar nuestra base de votantes y soñar con gobernar en más lugares. Existen políticos que han demostrado que se puede, como el caso emblemático de Xavier García Albiol que ha conseguido que incluso haya independentistas que le votan.
Soy consciente que la última palabra la tienen los políticos y muchos (de todos los partidos) piensan más en su silla que en nuestro bienestar. Pero nosotros, como afiliados, simpatizantes o simplemente votantes, tenemos poder para hacerles que entender que quien solo piensa en si mismo será castigado y que lo queremos es que por encima de los colores, este domingo 28 de mayo podamos celebrar grandes éxitos.
Xavi Gil