Durante mucho tiempo se ha dicho que el Barça es “Més que un club” y ese eslogan le ha dado fuerza. Desgraciadamente, desde hace unos años, además de un club se ha convertido en un aparato propagandístico del independentismo. Dependiendo del presidente, ese apoyo al separatismo ha sido más claro o más sutil, pero nunca ha dejado de estar.
Lamentablemente, parecen olvidarse que por toda la geografía española hay multitud de aficionados e incluso peñas del conjunto azulgrana. Recuerdo cuando era pequeño, cuando veía por numerosas peñas por todas partes, por los rincones más insospechados e incluso muchísimas en Madrid.
Me entristece pensar que algunos, sino muchos de estos aficionados hayan dejado el Barça de lado debido a mezclar la política con el deporte, de escoger ser un altavoz del separatismo en lugar de sencillamente dedicarse al fútbol y contentar a sus fans. Y no sólo eso, los jóvenes que empiezan a aficionarse al fútbol, ¿cómo se van a sentir atraídos por un equipo que va contra su país?
Estos aficionados eran una fuente de ingresos extras para el Barcelona. Probablemente no fueran mucho al campo por distancia, pero algunos pagaban su cuota de peñistas, otros muchos compraban material deportivo, elevaban la audiencia de los partidos, revalorizando los derechos de emisión. ¿Quién en su sano juicio renunciaría a esto?
Resulta paradójico que una entidad que ha intentado tanto venderse fuera de nuestras fronteras, haya dejado escapar un mercado tan importante como el que tenían en el nuestro, simplemente por seguir una ideología que sólo representa a la mitad de los catalanes.
Hoy el Barça, debido a la pandemia y algunas decisiones cuestionables, arrastra una deuda de cientos de millones que pone en peligro su continuidad. Quizás hoy eche de menos todas esas personas que ha dejado de lado por ponerse al servicio de una ideología en vez de a sus seguidores.
Como catalán y español, espero que el Barça recupere el rumbo y consiga salir adelante, pues es una parte de Cataluña y de España y para muchas personas de fuera, una de las más conocidas. Pero por favor, que en la Generalitat ni se les pase por la cabeza rescatarles con decenas o cientos de millones, que aquí inundar de dinero a aquellos que defienden el separatismo, ya es una tradición
Xavi Gil