España está sufriendo una grave crisis política, social y económica que sin duda está conduciendo a algunas regiones españolas a renegar de su identidad real, y por ende del español, que es la lengua que une a todos los españoles. Cataluña está a la cabeza de ese rechazo con un separatismo sobredimensionado, subvencionado y blanqueado continuamente que busca ese fin.

Un secesionismo que no sólo incumple sentencias de los tribunales en ese sentido, como la que obliga a la Generalidad de Cataluña a aplicar un 25% de castellano en las aulas catalanas, sino que va más allá y recientemente ha pactado con la Liga Árabe que se impartan más horas de árabe que español a las nuevas generaciones, pese a que el catalán y el castellano son las lenguas oficiales de está región española

Mientras eso ocurre, en el resto del Mundo aumenta el interés por aprender el español y crecen también los medios de comunicación que utilizan está lengua para dirigirse a públicos cada vez más amplios. Curiosamente, es en España donde más se permiten estos intolerables ataques que discriminan claramente al español hasta con multas lingüísticas a empresas.

Es evidente que tras las Elecciones Generales del 23-J, el próximo Gobierno de España debe comprometerse a solventar está preocupante situación, porque son muchos los españoles que reclaman un giro ante todas estás políticas anti-España.

Erik Encinas