Son muchos los escándalos de presunta corrupción y decenas las imputaciones que rodean al ejecutivo social comunista, sin embargo, el manual de la resistencia de Sánchez se aplica a la perfección.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha llevado a España al abismo. Jamás desde 1978 un ejecutivo español se había atrevido a tantos planes perversos y demenciales para mantenerse en el poder. De hecho, son tantos los casos de presunta corrupción que rodean al PSOE y sus socios, que podría estar horas y horas para explicarlos al detalle, por ello los periodistas vamos desengranando por fascículos en los medios de comunicación todas las tramas. Artículos que sin duda no pasan desapercibidos en la prensa internacional y no es para menos, porque algunos hace años dijimos que la situación generada por este Gobierno radical ni una película de Hollywood puede plasmarla, ya que la realidad en bastantes casos supera a la ficción.
Una historia de prostitutas, políticos envueltos en corruptelas, tertulianos comprados y la manipulación de los hechos, es en resumidas cuentas lo que envuelve a este ejecutivo manchado por la corrupción y que pretende resistir con cambios puramente estéticos y sin atajar el fondo de la cuestión. Precisamente, por esta razón han controlado hasta las instituciones judiciales y dinamitando el legado constitucional con el fin de llevar a término también una amnistía para delincuentes de guante blanco, llegando incluso ha modificar las leyes para despenalizar la malversación.
Es incuestionablemente un gobierno sin escrúpulos que gobierna contra el interés general de los españoles, porque quieren incluso poner a un alto mando afín al Gobierno para capitanear la UCO, la unidad de la Guardia Civil que está realizando todas las investigaciones de los escándalos. Por lo tanto, no se cortan ni lo más mínimo, tampoco para censurar a los medios de comunicación. Un modus operandi muy parecido al modelo chavista, aunque sabiendo que Zapatero y otros han cobrado del régimen de Maduro nada puede extrañar.
Por ello, el contexto español es sumamente grave y pone en la picota a España, que se ve señalada como la Venezuela europea en la UE, quedando totalmente desbancada en organismos internacionales como la OTAN y con las críticas de otros mandatarios que observan con preocupación los crecientes tintes tiránicos del régimen sanchista. Ni los propios espías españoles confían en sus directivos. Algo que reduce las inversiones en España y perjudica enormemente a la confianza y la economía española, porque es inadmisible gobernar con una inestabilidad tan volátil. Y esta gran pesadilla no se la merece España.
Erik Encinas