“La sociedad no puede aceptar de ninguna manera el más mísero desprecio a la verdad, la honestidad, la ejemplaridad, la dignidad, la honorabilidad, la decencia”

Parece que las cosas sencillas y fáciles de entender y que siempre han significado lo mismo ahora un sabio intelectual de hondos conocimientos quiere hacernos ver a la sociedad que todo eso ha cambiado. A saber, según la RAE el significado de “malhechor” es el que comete un delito y especialmente que lo comete por hábito. “Criminal”, el que ha cometido o procurado cometer un crimen y ello es una acción indebida o reprensible. Un delito grave o una acción voluntaria de matar o herir gravemente a alguien. Un “crimen” es un acto perjudicial no solo para la víctima, sino también para una comunidad, o Estado. Dichos actos están prohibidos y punibles por ley. Un crimen es una acción contraria a la ley y considerada socialmente nociva, peligrosa o reprobable , que se comete de manera voluntaria.

“Delincuente”, cualquier persona que ha cometido un delito y no actuar como manda la ley, quebrantar una ley o mandato eligiendo una determinada clase de acto delictivo como una alternativa de acción en respuesta a una motivación específica.

Si se quiere podemos seguir definiendo lo que es un fugitivo prófugo de la justicia, lo que es un sedicioso golpista, lo que es un asesino y lo que es un terrorista. Me detendré en lo que es ser un terrorista, ya que golpista, prófugo o huido de la justicia y asesino es especialmente fácil de entender, aunque llegado el momento también lo explicaré.

“Terrorista” es grupo que perpetra secuestros, atentados con bombas, asesinatos y amenazas y coacciones de manera sistemática. Creación de un clima de terror e inseguridad susceptible de intimidar a los adversarios o a la población en general. Actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común, de modo indiscriminado, pretenden crear alarma social con fines políticos.

Habiendo refrescado con claridad lo que significan todas estas definiciones de lo peor que una persona puede hacer contra otra persona y contra la sociedad, nos encontramos con la muy, pero que muy imposible – salvo que estemos locos – forma de entender un comportamiento humano básico, que contemplara y admitiera todo lo anterior. No hablo de un comportamiento de alguien mínimamente educado en lo esencial, ni tampoco de una persona de conocimientos básicos, tampoco de conocimientos un poco más desarrollados, pero nada especiales, tampoco de alguien con conocimientos medios y tampoco de alguien con conocimientos un poco más grandes o incluso superiores. Me refiero solo a un comportamiento humano básico, de andar por casa, muy sencillo y primario aunque también de persona de bien y de entender las cuestiones más esenciales de la vida más allá de ninguna formación, credo, ideología o cultura.

Resulta que cualquier persona de esta naturaleza, en su sano juicio, pero insisto de un conocimiento y comportamiento humano básico y elemental, jamás se le pasaría por la cabeza, vamos, que ni se le ocurre siquiera en un mal sueño, tener que hablar de nada, sonreír, hacer alguna mueca, estrechar la mano, o considerar en nada a cualquiera que fuera un malhechor, criminal, delincuente, prófugo de la justicia, golpista, terrorista o asesino.

Más bien todo lo contrario, repudiaría, maldeciría, le repugnaría, condenaría, y pondría muchos kilómetros de por medio para ni siquiera tener que cruzarse en su camino y haría lo mismo protegiendo a todos sus seres queridos, amigos, vecinos o cualquier persona a la que quisiera evitar un disgusto y una mala experiencia innecesaria. No se entiende, por tanto, la confabulación y compadreo del jefe de Gobierno en funciones, sin estar perjudicado en su juicio, con todos esos delincuentes y criminales.

Imaginemos en otro orden de cosas un colegio. Resulta que el director del centro tiene sus colaboradores en los tutores y distintos profesores de ese colegio. Todo transcurre de forma normal y natural. Los escolares al estar el colegio en España, pero sería lo mismo en toda Europa, se forman para aprender gramática española, historia de España y universal, matemáticas, ciencias naturales, deporte, plástica, música, etc… y los padres encantados con lo que es algo normal, superando los problemas diarios también normales y encantados con la resolución de los mismos y desde luego con el progreso adecuado de sus hijos. De repente, el director del centro se vuelve loco y empieza a despedir al profesor de matemáticas, al de lengua y al de deporte y poco tiempo después a los tutores y resto de la plantilla de profesores, y los sustituye de golpe por profesores que han sido condenados por pederastas y violadores, otros condenados por robar, otros por malos tratos a mujeres y menores, otros más por hablar siempre mal de su país, ser terroristas o asesinos, y algunos más por no parecerles bien hablar y aprender el español.

El director del colegio, pone a todos ellos a dar clase a los alumnos y los padres no tienen nada que decir. Empiezan a protestar y el director les dice que o se callan o va a tomar medidas (no voy a entrar hoy en la nueva orientación de ese colegio para confundir a los niños en su sexo, para que se lo cambien dados los nuevos especialistas y ayudas externas docentes, para que no aprendan matemáticas, pues con un pequeño problema que resuelvan basta, no les importe no saber lo que es la historia de una nación tan importante pues eso es retrógrado y tampoco aprendan español, pues según donde este el colegio el español en España es un tema muy anticuado y malo para la educación escolar).

Decía, que el director amenaza con tomar medidas ante la protesta de los padres, que no dan crédito ante el giro copernicano del director, y además este añade que se ha decidido cambiar la orientación del colegio sí o sí – esto me recuerda soberbias necias en otros lares – , ya que tiene el respaldo de su claustro y aunque él podía haber elegido a otros, ha eliminado de golpe a los que hasta ahora propiciaban un desarrollo normal y natural de las clases, por mucho que le dijeran que era arbitrario y contra toda norma elemental hacer ese giro, además sin necesidad alguna, pues contaba con suficientes apoyos “normales“ para no llevar al caos ese colegio, para no perjudicar en su desarrollo a los alumnos y hacerles infelices y faltos de preparación de por vida, y para no crear discordia y enfrentamientos innecesarios con los padres desde la dirección del colegio.

Al director del colegio por más que se le quiera llamar a la normalidad de actuación y a razones sensatas, se le han cruzado los cables definitivamente y decide que aun estando en su mano seguir con los profesores adecuados a las normas básicas de educación, adecuados a los comportamientos naturales y a las normas éticas de comportamiento social, así como a la sensatez, buenas prácticas y coherencia más necesaria, para anteponer el bien de los menores, la buena educación hoy para garantizar su futuro, y solo el esfuerzo para que esos niños sean libres, ejemplares y buenas personas; opta por creerse -con mucha soberbia- con el apoyo necesario para que su cuadro de profesores creyéndose tocado por una legitimidad que no es tal en absoluto, sea un nuevo plantel que nunca tuvo antes ningún colegio de España ni del resto de Europa, pero que le bailan el agua, y le venden que está reforzado con ellos, a cambio, claro está, de cederles comportamientos y enseñanzas escolares perversas, manipuladoras y letales para esos escolares e hipotecando su futuro para siempre.

Se escuda el director en que las normas generales de ese colegio le permiten hacer esta apuesta decidida hacia el abismo, pero nunca se habían practicado hechos semejantes tan perversos y aunque la excusa es enseñar a los escolares, “avances progresistas y derechos”, y hacerles creer que “tiene muy amplio respaldo social”, resulta que el director reinterpreta lo de “enseñar“, para practicar una enseñanza que sin haber ninguna norma interna del colegio que la prohíba expresamente, -nadie lo podía imaginar-, al no estar expresamente contemplada una norma que impida aberraciones y jamás imaginado que hubieran de regularse una o varias normas, para impedir todo ello, ante el malísimo comportamiento criminal de ese director y la voladura voluntaria de las más elementales normas y costumbres de ese colegio, que era inimaginable poder perturbar y cercenar.
Pues bien, hete aquí que resulta ahora ejemplar, ahora si, muy legitimado por los votos, según él y sus corifeos, y encerrado en el invento de la “nueva normalidad”, que quiere imponer “nuevos valores”, el hecho de “inventar” un nuevo “gobierno progresista”, que es sinónimo de comunista y nada que ver con el progreso…, de “mayoría social” y “que defienda y siga consiguiendo más derechos”.

Resulta que ahora lo que se impone por decreto guste o no y lo que ha de llevarse además, por ser modélico y de “nueva normalidad”, es un gobierno que se negocia- como ocurrió hace cuatro años – con malhechores, criminales convictos y confesos, delincuentes, sediciosos golpistas, involucionistas, prófugos, malversadores, terroristas y asesinos en listas ensangrentadas, y esos son con los que ahora un presidente de Gobierno ha de negociar, y negocia hoy para acceder al poder, y en los que ha de apoyarse para vivir cada día, con los que ha de legislar y en los únicos que puede descansar por voluntad propia para gobernar España. Ejemplar.

Resulta que los socios “progresistas“ – comunistas de todos los colores, a los que se han unido derechistas sediciosos- y de “ mayoría social “ para él, son los malhechores, criminales, delincuentes, golpistas, prófugos fugitivos, involucionistas, malversadores, terroristas y asesinos en listas ensangrentadas. Resulta que quienes ofrecen una “mayoría social”, sus responsables máximos y partícipes en listas electorales, son malhechores, criminales, delincuentes, golpistas, involucionistas, prófugos fugitivos, terroristas y asesinos…

Resulta que quienes han de conformar legítimamente y legalmente a partir de ahora un gobierno, sus responsables máximos y partícipes en listas son malhechores, criminalistas, delincuentes, golpistas, involucionistas, prófugos fugitivos, terroristas y asesinos…

Resulta que quienes han de conformar y apoyar como interlocutores a partir de ahora la ejemplaridad de un gobierno, y son sus responsables máximos de esos partidos, y partícipes en listas electorales ensangrentadas, son malhechores, criminales, delincuentes, golpistas, involucionistas, prófugos fugitivos, terroristas y asesinos…
Resulta que quienes han de conformar y sostener a partir de ahora como interlocutores, la honestidad, transparencia y buenas prácticas de un gobierno, sus responsables máximos y partícipes en listas electorales son malhechores, criminales, delincuentes, golpistas, involucionistas, prófugos fugitivos, terroristas y asesinos…

Resulta que quienes han de hacer a partir de ahora buenos, normales y válidos los votos aritméticos permitidos por la Constitución, sin que nadie imaginara jamás traspasar límites de absoluta inmoralidad y límites infranqueables, jamás imaginados poder hacer en democracia, son malhechores, criminales, delincuentes, golpistas, involucionistas, prófugos fugitivos, terroristas y asesinos…

Resulta que quienes han de dar carta de naturaleza a la democracia y ejemplo de estricto cumplimiento en el fondo y en la forma de la Constitución y de la ley son “buscados debajo de las piedras” por el presidente del Gobierno, y el hallazgo para legalizar y normalizar todo ello son malhechores, criminales, delincuentes, golpistas, involucionistas, prófugos fugitivos, terroristas y asesinos… ya que quien transgrede la Constitución a partir de ahora será su garante…

Resulta que quienes han transgredido durante cuatro años constantemente la Constitución y la ley, han presumido y se han jactado “de ser la gran paradoja de que no habría gobierno de progreso en el Estado sin el sostén de las fuerzas de izquierdas que quieren marcharse de España y que llaman bloque de izquierda plurinacional , fundamentalmente EH Bildu, ERC, Podemos y el PSOE, con el concurso del PNV y a veces del BNG” – declaraciones de Otegui-, y resulta, digo, que de nuevo son buscados por el mismo presidente del Gobierno ahora en funciones… y no son otros, nuevamente, sus interlocutores máximos y según que componentes de sus listas electorales ensangrentadas , más que malhechores, criminales, delincuentes, golpistas, involucionistas, prófugos fugitivos, terroristas y asesinos.

Nadie en su sano juicio, podría imaginar, como preconizaba el director del colegio para hacer cabalmente las cosas con profesores buenos, honrados y dignos que pudieran enseñar lo bueno, honrado y digno a sus alumnos, pero que de repente se vuelve loco y cambia esos profesores por verdaderos vándalos, energúmenos, deshonrados e indecentes, para lograr el perverso objetivo de quien más iba a sufrir irreversiblemente destrozando sus vidas y que eran los alumnos, nadie , digo, podría imaginar eso…

Nadie en su sano juicio logra entender la perversión maquiavélica y muy mala actitud y conciencia de quien está queriendo conformar un nuevo gobierno basado en una experiencia de deshonra, deshonestidad, falta absoluta de ejemplaridad, desprecio, inmoralidad, manipulación a todos los españoles y desde luego a sus votantes engañándoles y mintiéndoles una vez más de manera muy sofisticada al no prevenirles nunca en campaña de querer buscar pacto inmediato con los enemigos de la Constitución de la ley y de España – la prueba es como dice en campaña, para desmarcarse, que no pacto con el partido filoterrorista y le desmiente su jefe diciendo que han sido cuatro años y que la gente no es tonta – tal y como él los calificaba publica y reiteradamente.

La mentira es para él cambio de opinión, es su dogma y su arma para confundir a las mentes y a los votantes, y la osadía de decir que tiene el mandato de un “gobierno progresista“ de “amplia mayoría de respaldo social” para “avanzar en derechos” es una frase hecha tan perversa y manipuladora que transgrede plenamente la realidad de lo ocurrido y la transforma con mucha maldad. Él ha sido, al ser el presidente del Gobierno el gran perdedor, un perdedor absoluto y de libro. Un perdedor que únicamente puede recurrir a la aritmética de los malhechores, delincuentes, criminales, golpistas, involucionistas, terroristas y asesinos en listas electorales ensangrentadas, y con la novedad de depender en última instancia de un golpista y prófugo de la justicia. En absoluto le han revalidado a él, no tiene ninguna “mayoría social” le han castigado sin discusión. No se ha legitimado de ninguna manera, le han retratado, y ha perdido, con todos los elementos favorables de poder que tenía en su mano.

Tamaña proeza democrática, y de aliarse a los partidos minoritarios extremistas y destructores de la Constitución y de la unidad de España, presididos por malhechores, delincuentes, criminales y prófugos, es además aliarse dictatorialmente con quien en absoluto representa la mayoría social y equilibrada de la sociedad española. Es una demagogia perversa decir que se dispone de esa mayoría social cuando, reitero, representan a regiones que se reparten escaños, que por supuesto suman, pero que no responden a la proporción de población que los ostentan en relación al resto de los españoles del conjunto del territorio, y como es sobradamente sabido.

El hecho de que vaya mendigando indigna y perversamente votos para lograr la matemática, en absoluto significa que suma mayoría social. Lo que sumaría en su caso, es número con los enemigos de los españoles normales, y con los que desprecian la Constitución, e incluyendo en esta ocasión a un fugado de la justicia, un fugitivo, sabedor de que la verdadera suma social y también de mayoría absoluta es la que sumarían quiénes si cumplen la Constitución y la ley, – caso de que uno de esos partidos, el socialista, no estuviera secuestrado actualmente por quién engañó miserablemente a su propio partido dentro de oscuras cortinas -, y que la falacia de “progresista” y de “defensa de derechos” es una calumnia y una ignominia si ello ha de ser pactado, custodiado y avalado ni más ni menos que por malhechores, criminales, delincuentes, golpistas, prófugos fugitivos, involucionistas, terroristas y asesinos en listas electorales ensangrentadas que únicamente trabajan para la discordia de los españoles y la desaparición de España, de la mismísima mano y absoluta complacencia del propio presidente del Gobierno en funciones. ¿Qué derechos son los que alumbran y protegen los malhechores, criminales, delincuentes y fugados? Esto es el mundo al revés.

Antes de ayer mismo la presidenta del gobierno de Navarra sale ufana diciendo que ha logrado acuerdo, pero ese acuerdo pasa por el pacto con el partido de las listas electorales ensangrentadas. ¿A eso se llama “mayoría social y progresista y defensa de derechos”? ¿Al pacto con terroristas con listas ensangrentadas para gobernar? El presidente del Gobierno en funciones no va a cambiar las leyes de ordenado comportamiento social y de condena a quien merece el repudio permanente de la sociedad.

Ayer mismo habiendo rechazado el TC el recurso del prófugo para no ser detenido, minutos después la Fiscalía recurre tal decisión poniéndose escandalosamente la Fiscalía de parte del huido de la justicia para así endulzar el acuerdo con el golpista huido de la justicia, y también el ministro que nos dijo a todos que nos fuéramos de vacaciones anuncia recurso contra lo dictaminado por la Junta Electoral Central en una decisión sin precedentes poniendo en duda las elecciones y solo por disputar un escaño ya dirimido, por venirle muy bien para nuevamente facilitar el lacerante pacto con el fugitivo para lograr erigirse así en presidente del Gobierno.

La sociedad no puede aceptar de ninguna manera el más mísero desprecio a la verdad, la honestidad, la ejemplaridad, la dignidad, la honorabilidad, la decencia, solo porque alguien manipule sin escrúpulos todo lo que toca, tenga a todas las instituciones infiltradas bajo sus órdenes a efectos prácticos y así lograr retorcer la ley a su antojo, mucho peor ya que en Venezuela, al ser esta una democracia avanzada y anteponga sus intereses y la persecución del mal, en vez del bien, para nuestra patria, en directa complicidad con quienes únicamente persiguen de palabra y obra la destrucción de la amistad y concordia entre los españoles y la destrucción de España. La actuación y voluntad del presidente del Gobierno en funciones, es en fraude de ley, y con una actitud criminal dado que su conducta evidencia la infracción de las normas impuestas por la sociedad y viola los derechos de los demás y muy en concreto de la mayoría aplastante de ciudadanos que no comparten su imposición de querernos obligar a un gobierno pactado con malhechores, criminales fugados y delincuentes.

Esta locura satánica es además la sublimación del ejemplo más nefasto y aberrante en plena presidencia española de Europa y donde jamás se había dado mayor espectáculo de maldad, inmoralidad, falta mínima de principios, escrúpulos, ejemplaridad, buen gobierno, transparencia y contraviniendo las más esenciales normas y estándares rigurosos internacionales, para cumplir con los fundamentos de la democracia.

Amalio de Marichalar.

Artículo publicado en “ElCatalán.es”.