Hace muchos años Francisco De Quevedo y Villegas, escritor del Siglo de Oro, agobiado por el entorno social que le tocó vivir, en uno de sus poemas nos ofreció una profunda sentencia a través de esta frase lapidaria “Poderoso caballero es don Dinero”. Sería muy necesario que después de leerla meditásemos el mensaje que arrastra. Hoy la Política ha sustituido su noble actividad por el simple poder y de añadido por un bagaje lucrativo. El servicio al ciudadano, las leyes, la libertad, la igualdad, los derechos…..han quedado adormecidos, una generación de diputados y otros cargos de la Administración sin formación alguna, con precario lenguaje, ausencia de conocimientos, no saben estar, una verdadera estafa.

La ruleta de la fortuna les propicia entrar y una vez allí pasan de un lugar a otro para eternizarse. Miquel Iceta: Presidente del Partido de los Socialistas de Cataluña, secretario de Memoria Democrática y Laicidad del PSOE, Ministro de Política Territorial y Función Pública de España, Ministro de Cultura y Deporte, Embajador Delegado Permanente de España en la Unesco, y su currículum académico, según dicen sus datos en Google, Universidad Autónoma de Barcelona, claro está sin mencionar que el suspenso reiterado le impidió cursar una carrera.

Sorprende que el Ejecutivo se vanaglorie de su interés en defender a la mujer y sus derechos, cuando ¡oh sorpresa,! llevan a sus féminas colgadas del cuello para colocarlas en un puesto que les permita también cobrar del erario público. Referencias como ésta no pueden ser el modelo a seguir, ni en la vida pública ni en el ámbito privado, con estos ejemplos a los jóvenes no se les alienta en la superación, en forjarse un futuro, ni en desarrollar sus aptitudes si la sociedad no se entrega a cultivar los valores que les hace personas capaces de premiar lo justo y de saber convivir con los que tienen posiciones diferentes en temas concretos y complementarios.

La política regula el funcionamiento de los poderes del Estado y también las relaciones con los ciudadanos lo que le obliga a ser ejemplar y si surge cualquier atropello, rápidamente enmendarlo con la aplicación de la ley sea quién sea el infractor. Frente a este principio incuestionable el Gobierno busca una alternativa para atropellar lo que da firmeza a un Estado de Derecho, le empuja la presión ejercida por los separatistas, recordemos que fueron elegidos muletas para Pedro Sánchez pues necesitaba mantener el poder a pesar de que su partido no había ganado las elecciones al Congreso de los Diputados.

Con estas actuaciones a alto nivel, los ciudadanos están desprotegidos, son tratados de diferente forma sean unos u otros e incluso los que delinquen. Medidas contrarias a lo que afirma la Constitución “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión o cualquier otra condición personal o social” se intentan poner en práctica, entre ellas la Ley de Amnistía, lo que dejaría dañada la acción judicial, desvalorizada la labor realizada por los Cuerpos de seguridad el 1 de octubre del 2017 ante el referéndum de independencia de Cataluña y también desmentida la sensación de inseguridad que se vivió.

El atropello, el vandalismo, el delito proliferan continuamente y Barcelona es una de las ciudades preferidas, en la que a ciertas horas los delincuentes campean según les plazca. Medidas correctoras no están en la agenda de los dirigentes, sólo les preocupa quién irá encabezando las listas de las próximas elecciones para mantener su estatus mientras los pagadores, nosotros, seguimos teniendo dificultades para acceder a los servicios, transporte público, asistencia médica, adquisición de alimentos y sobre todo a tener en las escuelas y universidades los niveles académicos imprescindibles. Ahora, ya próximos diferentes comicios, se pretende utilizar la formación como reclamo político para distraer la atención ante la grave crisis que amenaza al Estado. Un partido, que desde la promulgación de la LOGSE ha socavado los cimientos de la formación, no puede presentarse como motor del nivel académico pues lo único que ha perpetrado es hacer inviable el ascenso social con otro redactado de ley más, el de la LOMLOE, que va degradando el futuro de los estudiantes y con ello el de todos los ciudadanos.

Ana María Torrijos