Deberíamos ser plenamente conscientes del paralelismo entre los términos “comunismo” y “mentira”. De la misma manera, también deberíamos de saber distinguir entre “urgencia” e “importancia”.

Esta diferenciación de conceptos la tiene muy presente el PSOE y Unidas Podemos.

El Ejecutivo ha tramitado en el Congreso tres proyectos de ley, la conocida como “Ley Trans”, la modificación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo y la ley de bienestar animal.

Decir, que estos tres proyectos de ley se han tramitado por la vía de urgencia, es decir, basándonos en la definición de “urgencia”, eran temas que requerían de una atención, o en este caso de legislación, sin que hubiera demora.

Pero si no queremos llevarnos a engaños, los ciudadanos deben de ser plenamente conscientes, que estas decisiones “urgentes” en realidad son “importantes” para el Ejecutivo.

“Importantes” porque afectan a un determinado sector de la población al que hay que “mimar” porque también votan.

Se han considerado “urgentes” porque de esta manera se reducen los plazos en los que la oposición y la comparecencias de expertos y de personas afectadas , queda reducida a la mitad.

El Gobierno , por tanto, considera que es urgente el hecho de que una persona pueda cambiar de sexo simplemente acudiendo al Registro Civil y sin que presente informes médicos ni esté llevando a cabo ningún tratamiento hormonal. El Gobierno considera urgente que las jóvenes puedan abortar desde los 16 años sin el consentimiento de los padres.

La urgencia de estas medidas está en la línea de los actuales socialcomunistas que gobiernan nuestro país de manera dictatorial.

El dictador/dictadores no permiten que nadie se oponga a sus ideas, ni la legítima oposición política ni el propio pueblo.

Establecer la “urgencia” de determinados proyectos de ley convierte a nuestro país en un régimen no democrático al que deberíamos hacer frente entre todos.

Eva Higueras

Artículo publicado en «El Correo de España».