Hay ocasiones en que es tanta la rabia que te producen determinadas noticias que la reacción ante ellas es buscar información y reflejar anomalías diversas.

Ante el absoluto fracaso del trabajo realizado desde el “Ministerio de Igualdad” para frenar la violencia de género, no cabe otra que analizar la situación.

Es indecente y vergonzoso que en nuestro país no seamos capaces de detectar las verdaderas amenazas relacionadas con la violencia de género y encontrar soluciones reales y efectivas.

Me parece bochornoso que durante el año 2022 hayan resultado asesinadas 48 mujeres, aunque lo que me resulta más preocupante es el por qué un número de ellas no había denunciado previamente la complicada situación en la que vivía.

Ante las agresiones, denunciar, cuando sabes que puede traerte consecuencias todavía más negativas por parte de tu agresor, resulta una difícil decisión. Todavía es más difícil, cuando sabes que en la mayoría de casos, la denuncia va a servir para poco. De 48 mujeres asesinadas en 2022, 20 de ellas interpusieron aviso previo a las fuerzas de Seguridad del Estado.

Que el departamento de Grande-Marlaska se plantee ahora la posibilidad de incorporar pulseras telemáticas a los “potenciales agresores” me resulta sorprendente. Según fuentes del Ministerio del Interior, actualmente, hay aproximadamente 3.000 pulseras telemáticas activas frente a las 49.479 denuncias registradas por víctimas de malos tratos y 10.000 peticiones de órdenes de protección.

Me pregunto quien va a dictaminar, y bajo que criterios, que una persona es “potencialmente peligrosa” cuando el número de unidades forenses que deben de realizar esta valoración es muy escasa.

Es indignante que la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género haya dado instrucciones para atender en 24 horas a aquellas mujeres que soliciten dispositivos telemáticos cuando se sientan amenazadas por aquellos hombres que han sido puestos en libertad gracias a la llamada “ley del solo sí es sí”.

El presupuesto en 2022 del Ministerio de Igualdad aumentó un 14,4% alcanzando los 525 millones de euros. Irene Montero reafirmó su compromiso en la lucha contra las violencias machistas, y por ello, destinaría 285 millones a diversos planes y programas.

Ante su nefasta gestión y sus terribles consecuencias, la Ministra y su Ministerio han visto como para el 2023 el presupuesto asignado a Igualdad ha aumentado un 9% alcanzando los 573 millones.

En España no dimite nadie y se sigue dando “alas” y recursos a los incompetentes.

Eva Higueras

Artículo publicado en “ñtvespana.com”