Un emocionante día, el más grande de España y de la Hispanidad, en Barcelona, una multitud festiva celebrando bajo la Copatrona de España y Patrona de la Hispanidad, también de la Guardia Civil, la Virgen del Pilar; un día lleno de contenidos importantes para los españoles y también para nuestros hermanos de America.

Barcelona, capital de España sin ningún respaldo institucional, solo por decisión del pueblo, capital de España y capital de la Hispanidad. Un ejemplo el pueblo catalán enarbolando en bien de todos, los valores imperecederos del pueblo de toda España. Cataluña desde la base social y de todos los sectores, comprometida con la gran fiesta de España y comprometida con la gran fiesta de toda Hispanoamérica.

Lo vivido el día 12 en Cataluña quiere decir mucho. Quiere decir que el latir de un pueblo que tiene siglos de historia a su espalda, decide rememorar lo mejor de su cultura, de su historia, de sus tradiciones, de su enseñanza y raíz cristiana, de su vertebración social… en suma el pueblo español que desde Cataluña tiende la mano a cualquier rincón de nuestra nación y tiende la mano a cualquier rincón de Hispanoamérica con nuestra lengua común, el español, como referente indispensable y de la mejor cohesión desde el pasado, en el presente, y tesoro para preparar el futuro.

Como español de a pie mi gratitud permanente a todos los organizadores que bajo el paraguas de Cataluña Suma por España, y su presidente, Javier Megino, han convocado a decenas y decenas de miles de personas tanto de Cataluña, como del resto de España, así como de toda Hispanoamérica, con muchos miles de participantes, así mismo, en los bailes populares de todas las naciones hermanas.

El día de intensa fiesta que hemos vivido resalta aún más el valor heroico de los catalanes teniendo que hacer frente a tantos sinsabores e injusticias diariamente, a tanto desprecio y ataque de sus gobernantes que en una situación incomprensible actúan en contra de lo que deben y cómplice de ello el gobierno central.

No es hoy momento de profundizar en tales despropósitos, pero sí eleva al pueblo catalán a una merecida admiración desde lo más profundo, pues la fiesta nacional de España y de la Hispanidad ha cobrado desde Barcelona la verdadera dimensión de lo que significa, anteponiendo los principios y valores más nobles para celebrar siglos y siglos de convivencia y todo ello organizado por la sociedad civil de base de Cataluña, representando a todo el pueblo español y engrandeciendo con mérito sublime el profundo significado de esta celebración, en bien de toda España, y también en bien de toda Hispanoamérica.

Muchísimas gracias Cataluña, por organizar esta grandísima fiesta Nacional de España, así como de la Hispanidad, y los que hemos podido acudir a Barcelona de cualquier rincón de España siempre estaremos en deuda de gratitud por encabezar con vuestro valor e impulso la recuperación del rumbo que clama con voz serena pero firme el conjunto de España.

¡Viva Cataluña!, ¡Viva el Rey!, ¡Viva España!, ¡Viva la Hispanidad!, ¡Viva la Virgen del Pilar!

Amalio de Marichalar

Artículo publicado en “La Crítica.eu”.