No estamos solos, siempre la voz de otros nos acompaña. La vida es pálpitos, suspiros, llantos pero sobre todo palabra, palabra de ida y vuelta.

Ésta aplastante realidad está embalada en algún altillo, no se emplea para mostrar descontento, para discrepar, para explosionar con un NO cuando los miembros del Ejecutivo edulcoran sus mensajes o cuando se quiere expresar la opinión ante una realidad sorprendente. En un Estado de Derecho la libertad no se disfraza, se usa a plena luz, sólo pide educación, buenas maneras en el discurso emitido. Algo olvidado…..ahora prima acatar sin rechistar todo lo decidido por quienes creen tener la razón, sea del tema que sea. Aplastantes sentencias se han ido haciendo presentes a lo largo de estos últimos años y no cabe el pensar diferente.

En su momento fueron las desaladoras frente al Plan Hidrográfico Nacional aprobado por José María Aznar, un trasvase del Ebro hacía zonas menos favorecidas por el clima y la orografía de lugar y con el apoyo económico de la Unión Europea, sólo protestado el proyecto del gobierno por los nacionalistas catalanes con el reclamo de que el agua del río era de ellos, por el hecho de desembocar en el mar por la provincia de Tarragona. Plantas desaladoras programadas por José Luís Rodríguez Zapatero después de derogar el plan de su antecesor en el Gobierno, las desaladoras con un coste energético alto y en según que zona tóxicas, no se ajustaron al número previsto según las promesas etéreas del líder socialista. Carestía de agua, realidad aún vigente en la agenda de necesidades para el continuo desarrollo de los cultivos, pero ignorada por el Ejecutivo al seguir con la presión ideológica de desmantelar embalses.

La protesta ante estas medidas no ha sido lo que las consecuencias entrañan. No es suficiente que los agricultores se manifiesten, también otros sectores sociales deben apoyarlos, el suministro alimentario repercute en todos los hogares. Hoy puede ser el otro el directamente perjudicado pero mañana las consecuencias de la decisión arbitraria puede recaer en ti.

Otra decisión algo controvertida, los espacios de la vía pública de las ciudades destinados al transito de bicicletas y patinetes eléctricos. Una obsesión de los Podemitas y afines en ralentizar la fluidez de la circulación y propiciar en las aceras altercados con los viandantes. Después de muchos encontronazos y colas de coches, en Barcelona se ha prohibido momentáneamente el subir al transporte público tales artilugios. Cuando era de prever la anomalía, no se convocaron protestas, ha sido la dura realidad la que ha obligado a empezar a imponer la restricción.

En pocos años muchos son los derechos de los que nos hemos visto privados mientras los dirigentes son agraciados con privilegios inmerecidos. Ya no podemos asistir a clase en la lengua que nos hace ser universales y recordar la aportación de todos a su desarrollo, el español, que nos abre la comunicación y acerca continentes. Esa inhibición por nuestra parte permite que políticos totalitarios, presentes en Hispanoamérica, puedan esgrimir ataques a la labor de España con un montaje indigenista que contraría la información histórica avalada por infinidad de escritos y hechos (monumentos, instituciones….) y lamentable que alguno de nuestros partidos exija pedir perdón por la acción española en ese continente.

Y el punto más álgido de la acción política es el permitir que ETA ocupe espacio en las listas electorales, quienes mataron o apoyaron el asesinato. Terrible es sufrir ese zarpazo sangriento, una vida segada por una identidad, por una tierra, por una lengua. Hijos sin padre, sin su cariño, sin sus consejos, sin su presencia, duro, muy duro es crecer sin él por algo tan inhumano, familias enteras desoladas sin saber aún quiénes fueron los causantes de su dolor, ahora presentes en la campaña electoral, en las papeletas y en las urnas.

Las instituciones están siendo demolidas, les arrebatan la neutralidad necesaria en democracia. El Tribunal Constitucional que regala derechos frente a lo que dice la Constitución “Todos tienen derecho a la vida”, entonces ¿es viable el derecho al aborto?. Todos estos inconcebibles hechos merecen nuestra reprobación y decirlo sin reparo alguno, es el primer paso hacia la urna.

Ana María Torrijos